No llegué a
perder la consciencia, pero si noté un “crack” en mi rodilla y un dolor muy
intenso que hizo que un grito desgarrador saliese de mi boca y que mis lágrimas
comenzaran a caer a borbotones.
-¡Oh, Dios! ¿Estás bien, Cyr? –mi buena
amiga Sabina, me quitó los esquís y llamó a una ambulancia para que viniese a
rescatarme, pero no me movió nada porque no quería hacerme daño, sólo se quedó
a mi lado esperando a que llegaran mientras me tranquilizaba. Yo sólo podía ver
su triste rostro compasivo, sus ojos llorosos azules verdosos y su pelo blanco
tirando a rubio, liso y largo mientras yo me retorcía e intentaba no mirar mi
rodilla rota.
-Qué buen día llevo… -logré susurrar.
-Sólo es un mal día, seguro que mañana
irá mucho mejor.
-Sí, con la rodilla rota y mi padre de
los nervios seguro que todo irá mejor.
-No seas tan pesimista. Hay que ver el
lado bueno de la vida. –En ese momento me llegó un mensaje de las ondas sonoras
que flotaban por el aire. Decía esto:
“Hola, Cyr, soy Dereck, tu novio, o al menos
lo era porque ya no. No quiero seguir contigo, esto no funciona, apenas nos
vemos, apenas estamos juntos, tú no tienes tiempo para mí, y por más que yo
insista nunca nos podemos ver. Así que cuando decidas que de verdad puedes
dedicar tiempo a tu novio me avisas, pero hasta ese momento no nos vamos a
volver a ver y creo que será demasiado tarde cuando te des cuenta.”
Me quedé con la boca abierta y
destrozada. Sabina también lo había oído, ya que las personas que estaban a
menos de 2 metros alrededor de mí, podían oírlo perfectamente.
-Genial, esto no puede ir
mejor…-mascullé.
-Oh, Cyr, lo siento mucho, de verdad.
Llevas un día de perros, como se suele decir.
-Ya te lo dije. –mis ojos estaban
enrojecidos por las lágrimas, la rodilla me seguía doliendo cada vez más y la
ambulancia no llegaba. –Me quiero morir…
-¡No, no y no! No te vas a morir, te
vas a recuperar y vas a volver a tu vida de siempre, te lo prometo, saldrás de
esta.
-No creo, pero ahora sólo quiero
morirme…-mi voz sonaba cada vez más apagada. Mis ojos se empezaron a cerrar y
estaba a punto de dormirme cuando noté que me daban un manotazo en la cara que
me dejó el moflete rojo como un tomate. -¡Ay! –exclamé. -¿Por qué lo has hecho?
-No había otra forma de despertarte.
-Pero yo me quiero dormir, tengo mucho
sueño.
-Ahora no es el momento, tienes que
aguantar. Venga, vamos a hablar para que no te duermas. ¿Qué tal llevas lo de
Dereck?
-Pues la verdad es que no me ha hecho
mucha gracia pero tengo que reconocer que tiene razón. Entre que tengo que
cuidar de mi hermano a todas horas y mis estudios…
-¿Entonces no te importa?
-Pues sinceramente no mucho, Dereck es
un buen amigo pero no me gusta ni me enamora, necesito sentir algo para que me
enamore de verdad. Aunque lo último, lo de “creo que será demasiado tarde
cuando te des cuenta” no lo he entendido muy bien.
-Quiere decir que puede que se haya
buscado novia ya cuando quieras volver con él y que por eso será demasiado
tarde. Nunca se sabe, el destino puede juntar a dos personas en cualquier momento
y puede que te quiten a tu Dereck…
-Yo no quiero salir con él, ya te he
dicho que no me enamora ni siento nada por él, aunque después de esto no sé si
seguiremos siendo amigos. Porque la verdad, eso sí que me importa, perder una
amistad…
-No te preocupes, seguro que se
soluciona.
-Pero puede que ahora me odie.
-No te preocupes, seguro que Dereck
sabrá apreciar a la chica que eres tú.
-Una gilipollas.
-Noooo, no digas eso, ni hablar. Eres
muy buena amiga, nunca me has traicionado y nunca nos hemos peleado, me ayudas
siempre cuando tengo problemas y me haces reír siempre. Seguro que eso Dereck
sabrá apreciarlo.
-Eso espero…
-Bueno, cambiemos de tema. ¿Preguntarás
otra vez a tus padres lo del trabajo?
-Ahora no es el momento y estoy segura
de que cuando me vean con la rodilla rota no se preocuparán por saciar mi
curiosidad.
-¿Y lo de los perros? ¿Vas a
comprártelos por cuenta propia?
-¿Y dónde los metería?
-En mi casa. –se rio.
-No creo que mi mayor preocupación sea
cuidar de unos perros cuando ahora me va a costar cuidar de mí misma. Aunque
sea una gran amante de los animales, no por ello debo obsesionarme cuando tengo
otros problemas en mente.
-Y cambiando de tema, ¿en qué piensas
trabajar de mayor?
-Pues a ver, estoy estudiando para ser
veterinaria pero aquí no hay demasiados animales, sólo están algunos perros,
osos polares, tigres blancos y pingüinos. Entonces tendré que…-las dos
enmudecimos porque las dos sabíamos lo que eso significaba.
-Ir a la Tierra…-dijimos las dos a la
vez.
-Por qué has tenido que elegir esa
carrera…
-Porque esa carrera me enamoraba de
verdad, no como Dereck. –En ese momento, la ambulancia apareció por fin. Sabina
subió conmigo y con los enfermeros que
me subieron a una camilla y nos fuimos volando gracias al aerodeslizador. Ahora
definitivamente podía dormirme, así que caí rendida y por fin me libré del
espantoso dolor que reinaba mi rodilla.
Como he dicho antes me gusta, sólo le veo como inconveniente esos errocirllos de nada que a veces me chirrían, pero ya, por lo demás todo bien ^^ ¡Sigue así! ^^
ResponderEliminarMuy bien^^ Tengo curiosidad por saber dónde están O.O
ResponderEliminarPor el final "me subieron a un camilla" jajaja otra vez, seria una no un. Jajajaja son fallos tontos de escribir rapida.
ResponderEliminarMe encanta la historia, estoy deseando saber lo del trabajo del padre!! Esta genial.
P.D.: Si, no soko me gustan las hitorias de caballos, me gusta la lectura en sí, es como introducirme en un nuevo mundo maravilloso y sin preocupaciones, me siento feliz. Es como galopar, son sensaciones que me aislan de la sociedad y me siento feliz, son como un nuevo mundo.
Solo tengo ue decir esto: hijo de puta -perdón por la expresión- el novio.
ResponderEliminarDesde luego que la muchacha no gana para disgustos. U_U